Lilypie Waiting to Adopt tickers

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viernes, 26 de septiembre de 2014

posos


Ya escribí en alguna ocasión sobre la marcada necesidad de gritar las obviedades étnicas de cualquiera que se cruce en el camino de mi hija…en fin…como en el barrio somos mayoritariamente blancos no ocurre con frecuencia…pero el otro día en el parque, para mi estupor, le espeto a una niña que corría cerca:

- mira!!!!!!!!!!!! una niña china!!!!!!!!!!!!! 


 La niña, un pelin mayor que A., y que por lo que supe después, ya curtida en comentarios que a todos nos gustaría evitar para nuestros hijos, se dio la vuelta aludida y corrió en busca de defensas. Al segundo apareció con una niña rubia y delató a la mía:

- ha sido esta – inculpó con el dedo a A., que ajena a todo seguía jugando.

- no es china, es española!!!!!!!!!!!- aclaró la rubia, mientras por la retaguardia se acercaban apresuradas ambas progenitoras…

Yo iba a intervernir, también apresurada …pero A., con mucha naturalidad le dijo a la rubia:

- Pero mira- le muestra el brazo- si yo soy negra, también soy adoptada ¡no pasa nada!


Alli estábamos las tres madres diciendo que que guay ser de colores, que todas eran españolas y que patatin patatan… pero mientras hablaba, no salía de mi asombro… Lo que tiene ya en la cabeza mi hija, con 3 años, ahí, como si nada. 

La niña china resultó ser adoptada, pero perfectamente podía no haberlo sido porque en mi barrio, como en todos los barrios del mundo entero, hay comercios chinos en cada esquina, y además hay una empresa de tecnología china, con lo cual la población asiática es superior a la media de otros barrios. Ahora me toca explicarle que todos los niños chinos no son adoptados …ni los negros claro…

Está claro que A. conoce las “palabras” pero no entiende la envergadura de las mismas. En cualquier caso, esa era mi intención, que antes de entenderlas bien, las conozca y las identifique como propias…luego vendrá el darles contenido…

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Al cole de mayores...

Después de la semana absurda que llaman "de adaptación", y que como la mayoría sabéis, se reduce a una misera hora al día en la que los niños ni conocen a la multitud de monitores que se harán cargo de ellos ni se aprenden el nombre del que tienen al lado porque al día siguiente tienen a otro...pero que te obliga a cogerte 4 días de tus sagradas, ansiadas y escasas vacaciones...pues después de esa semana, decía, empieza realmente la adaptación al cole de mayores.

El lunes la dejé a las 7:30 de la mañana en el iiinnnmmeeeenso comedor del cole, si me lo pareció a mi, no se como lo vería ella, con otra monitora a la que no había visto en su vida, para que desayunara y pasara el resto del dia, de un aula a otra, de un monitor en otro, hasta las 16h de la tarde.

Se sentó resuelta y hablaba sin parar. Cualquiera diría que estaba tranquila y "adaptada". Pero esa verborrea infantil incontrolada escondía una ansiedad y un miedo que saldrían en las horas posteriores. Yo la miraba mientras me iba y percibía y compartía su miedo. Creo que realmente, recordaba ese miedo. Las risas de conversaciones de niños mayores que no entiendes. Que uno te coja y te lleve, que otro te vuelva a coger y te traiga...ese no controlar ni entender...

No le quite ojo al reloj en todo el día sabiendo en cada momento en que actividad le correspondía estar...y sufriendo...

Cuando la recogí a las 16, todo eran lloros. No había comido, no había dormido y había estado buena parte del día pegada al cristal de la puerta, esperando a su mama "que ahora viene", le decía a la profe.

Tarde de rabietas, noche de pesadillas, de "cógeme", de "no te vayas",
de "vas a estar en la ventana??"...noche entera sin dormir.

Hoy tercer día, me he retrasado la jornada, y al menos el desayuno lo ha hecho en casa, que otro día entero sin comer me parece demasiado.

Esta semana si que es de adaptación, la pasada nos podíamos haber ido a la playa...