He llorado como una madalena con un video del encuentro que ahora mismo no se donde lo he visto. Lo que daría por volver a vivirlo. Que emoción más grande. La vida a veces es increíblemente generosa, y en este camino cuando llegamos al final, que en realidad es el principio, te das cuenta. Todo vale la pena.
Hoy estoy un poco blandita, de emoción. Ha habido varias asignaciones en nuestra ecai. Que sapa dos de ellas son de bebes de 4 meses que podrían ser los mismo a los que fue mi Santo a socorrer junto a Abraham, a los pocos días de estar allí. Este capitulo no lo he contado. Fue una aventura increíble para él y una envidia infinita para mi (a ver si encuentro otro ratillo y os lo cuento). Pues estoy casi segura que son dos de los 3 peques que recogieron en una cuneta… probablemente de forma similar que encontrarían a mi hija y al resto de niños. Estoy inmensamente feliz porque la cosa vaya adelante. Por los niños que se lo merecen todo, por las familias que han esperado hasta el infinito por ellos, y por los trabajadores de nuestra ecai en Addis que son un currantes de los pies a la cabeza y también se lo merecen todo.
Estoy feliz y llorona.
;)