Un juego revelador (o eso creía yo) que practico con mi hija, es el del cambio de roles. Ella es mama y yo soy A. La primera vez lo propuse yo pero después siempre es ella la que lo pide o directamente me dice: “ yo soy mama”. Está claro que le encanta.
Al principio me lo planteaba para aprender, para saber qué es lo que ve ella en mi y para ver qué hace ella cuando yo (siendo ella) le planteo distintas situaciones que hace ella (siendo ella). Pero ahora el juego me resulta de lo más frustrante porque la cosa siempre acaba echándome una reprimenda enorme. Si me porto mal porque me porto mal, y si me porto bien porque antes o incluso otro día, me porté mal.
¿Eso es todo lo que ve en mi?
Intuyo que tiene que ver otras muchas cosas porque es a mi a la que recurre siempre, estando contenta y estando triste, estando buena y estado malita. Grita y berrea que quiere a su mama cuando se va a dormir. Si no voy a buscarla a la guarde, siempre pregunta que donde estoy y porque no he ido a por ella. Viene a mi a jugar y viene a mi a todo… ¿entonces por qué cuando cambiamos el rol solo me regaña?
Por otro lado me he dado cuenta que cuando juega con sus primas que son de la misma edad, con su primo que le saca 7 años y con sus amigas, siempre se están regañando los unos a los otros… espero que solo sea una racha y que dentro de no mucho me imite también cuando le canto, cuando le hago voces de sus muñecos, cuando la beso y la acurruco…